viernes, diciembre 23

Esperanzada


Como darse una panzada
desplegando las alas al viento

sí puedo y
acá estoy
será el mapa

porque de nada sirve
si no sabemos dónde ir.

-o lo que el imperialismo sajón
desparramó como "el norte"-


Y aunque fume mi tiempo,
o sea el títere de mi neurosis
hay un camino,
una proa
un timón
y buenos tripulantes.

Leven Anclas.




martes, diciembre 6

Gárgolas


Los demonios del crepúsculo
susurran al oido, incansables.

Los venenos expresos,
la oscuridad letal:
el tenebroso
recoveco de los miedos.

La noche oscura,
la madrugada naranja
todos revueltos
en mi ventana espiralada.

Un angel me suspira
al ladito,
tiembla de sueños
revuelve con miel
la pesadilla latente.

Gárgolas tenebrosas
déjenme en paz,
ya no habiten en mis visceras
sin piedad,
no se cuelen en mi felicidad,
ni se alimenten de mis sonrisas.

Desaparezcan de una vez
monstruos de la oscuridad
la guadaña en mi garganta,
las injurias disfrazadas en mi voz.

No son tuyos mis latidos,
los que siento acá adentro,
o la fuerza de mis piernas
ni el arte de mis manos.

No me absorban mas la vida
no la tengo para ustedes,
demonios de guantes blancos,
dictadores genocidas.

Que un rayo te parta a vos,
gárgola despiadada,
y te convierta en un ángel
que me cuide las espaldas.





domingo, noviembre 13

Con Ce de Casa


Pensé que si traía chocolate
le diría "te amo".
Pero no los trajo.



Aparte,


es definitivo:
los cactus
adoran el agua fresca.
Digan lo que digan.


Y también,


no sirve un corazón de piedra,
prefiero uno de aire,
ese sí que no se rompe con nada
-a lo sumo se contamina un poco-



Chocolates, cactus y corazones,
va todo con ce.

Coincidencia.


miércoles, noviembre 2

Levantando Vuelo


"Si quieres ser ave, vuela,
si quieres ser gusano arrastrate,
pero no grites cuando te aplasten"

Emiliano Zapata



La forma del vuelo en el cielo;
la cantidad de pájaros por bandada;
los colibríes y su estático flotar;
un jote gigante en la casa de un par de ángeles
picotea la cascada de vidrio
como un mensajero.

Los pájaros de la noche, las lechuzas
los malos augurios.

Una oculta manifestacion de piares
escondidos en un árbol citadino.

Una pluma se posa sobre mis huellas,
las mismas que miran a mis dos pichones.

Abro las alas con poder
como el aguila en el precipicio,
o la que se pierde en el follaje
de un árbol centenario.

Las alas repican en el agua,
crean ondas que llevan
a la orilla la fuerza del vuelo.



El cielo es el límite.







lunes, octubre 24

De Quieros y No Quieros


Yo no quiero un amor esquizoide,
una división de sinsentidos
un significado con dos significantes.

No quiero besar tu mejilla en la calle
y tu boca en mi sillón.

No quiero un desfile de mujeres
que te creen solo,
ni mi tartamudeo cuando me proponen
alguna indecencia
que no condice con tu presencia.

No deseo ser la de turno,
aunque me tiente la noche
cuando me apunta tu centro
como remedio al insomnio.

Yo no quiero tu paso firme,
quiero que demos un salto
y nos acomodemos en la caida,
como monigotes en la jungla.

Yo no te quiero en una jaula,
te quiero libre,
no es eso,
el problema concreto
está en el secreto,
el doble discurso,
la falta de besos,
la ausencia de abrazos
el público nulo.

En ese teatro de causas urgentes
parece que siempre mirás a otro lado
relojeás por abajo, me esperás en mi casa,
nos subimos excitados a una luna de plata
que después se derrumba
como porcelana.

Yo no quiero un amor esquizoide,
ni paisajes desérticos,
quiero plantarme en la tierra,
desplegar un inmenso jazmín,
con lianas colgando de espesos follajes.
Quiero las dudas convertidas en orquídeas,
mientras un constante chillar de bandadas,
mueven con el viento las hojas que se alimentan
de un sol dorado, tropical, despampanante,
yo quiero un amor selvático,
un oasis de paz,
en todo lugar que nos encuentre.









entonces
es
porque
te
quiero
que
no
quiero
mas
espinas.

jueves, octubre 20

Tengo





Tengo pinceles, acrilicos
un hijo, un perro y una tortuga.
Tengo dos manos y escribo,
pinto, mimo, cocino,
manejo, patino.
Disfruto con ellas
como con mis ojos,
que me revelan el cielo, la noche
la luna, los versos,
las treinta plantas
que me habitan.
Tengo amor en mil maneras
y algún desamor que me desvela.
Tengo un corazón en reparación,
que late y palpita
pulsa al ritmo de los temblores
de mis piernas.
tengo aire y y soy libre
del capital,
emancipada de la alienación
paso mis días en completa
humanidad,
no soy una maquinaria.
Tengo sus recuerdos
clavados en mi piel
con alfileres de gancho.
Tengo una lengua,
que sabe besar,
con dos labios inmensos
que todo lo abarcan.
Tengo un océano repleto de mareas
que me trajeron aquí,
y tengo un plan:
elegir la ruta hoy,
que lo tengo todo,
trazarla y con fuerza
y voluntad navegar,
tengo una hermosa barca
para llegar.

martes, octubre 11

Vivís en la Luna


Fui una temporada a la luna, me deslicé por cráteres como toboganes, y la poca gravedad me dejaba flotar en una existencia leve. Por momentos veía la tierra, suspiraba, y soñaba que tarde o temprano deberia volver. Me enojaba, ¿porque aún tan blanco lugar no terminaba de ser mi hogar?. Decidía el retorno, pero perdía el vuelo, las alas, las ganas y hasta la volición .

En la luna siempre era de noche, a veces extrañaba el cielo celeste, los pájaros, los árboles, el estremecido impacto del atardecer, la música de la lluvia o las cálidas ventiscas de la primavera. Pero me sentía una reina allí, en mi entera y lunática soledad.

La locura me construyó inmensas fantasías, pregonándome al oido que allí encontraría paz para mi alma. En cada roca sin vida vi una esperanza, en cada páramo desolado podía ver con claridad un oasis. El hambre se transformó en un hábito y la sed en una sencilla constante a ignorar. Las sombras de las dunas en movimiento, por gracia del astro rey eran duendes y nativos con quienes disfrazaba de inmensas fiestas la verdadera parsimonia de mi existencia.

Un domingo un meteorito extremo y en llamas se me vino encima; me dio en el medio del pecho, expúlsandome con estrepitosa velocidad hacia la tierra, quien con su gravedad duplicó la fuerza de mi caída. Mi morada me expulsó y aterricé sin lenitivos. Caí de espaldas, el dolor en mi nuca me hizo abrir los ojos, la cabeza partida, las llagas del pecho, el suelo, el pasto, el aire, el frío, la noche. Tanto oxigeno y tanto tiempo sin respirar. Los pulmones se llenan y se vacían con humo de la caída, algo mas de aire para mis huesos, pero no recuerdo como respirar.

Los días fueron pasando, la travesía es desde entonces de una apesadumbrada letanía. Pero estoy en la Tierra, ya no vivo en la Luna, sólo la celebro con tambores cuando se pone llena.

miércoles, septiembre 28

Real realidad

Venís por la carretera, el auto está de frente,
y chocaste, amaneces en el hospital,
ya está.

Te llama el jefe, te hecha, ¿ahora que hago?

Murió tu padre, en un mes.

Un terremoto rompe tu casa.

Atropellaron tu perro.

El crédito no se pudo pagar, perdiste todo.

Te da positivo el HIV

¿Cómo se hace en la mañana,
cuando abris los ojos
y recordas, al despertar,
que la pesadilla fue en realidad pura realidad?

jueves, septiembre 22

Ventosa Incertidumbre

Blandiendo una bandera blanca,
me deslizo por los pisos removidos,
por la ondeante espesura de la vanidad.

El cielo se pone negro, y el viento azota los postigos,
la segunda noche de la primavera
procura traer agua, con una dramática puesta escena.

La sorpresa, las palabras, los abrazos,
los buenos deseos que impacientan
"yo estoy bien, eh?"

El cuerpo parece expandirse,
los mareos, el adentro revuelto
como en este atardecer ventoso,
que lleva semillas y mueve la tierra,
transporta a un nuevo lugar
tan desconocido.

Y es esta incertidumbre tan feliz.

viernes, septiembre 16

cuerpeada


cuerpo que me domina, transgrede. Mi propia cárcel del alma domina y ejerce con dictatorial bravura una inercia inasible, una matanza.
Corporeidad que domina pensamientos y hablas. Cuerpeada, enteramente doblegada por este fascista dolor de cabeza.
El miedo en cada célula, abrazada como enredadera parásita, tomando de cada músculo un sorbo vampiresco de vida. Dolor.
Allí, en la profunda sensación del destierro, del desierto sobre el control del cuerpo, con la paliza latiendo en las vertebras.
Sangrando a chorros. Un dolor que se esparse como el olor del basural, como temblores que destruyen edificios. Con la fuerza imparable de un tsunami que avasalla toda clase de bienestar físico o mental.
Un fantasma que susurra al oido el inminente pasaje a la pesadilla. Si era rosa, se acabó, se tornó de un negro morado, en un coágulo de oscuridad tenebrosa.
La panza, el centro de la corporeidad, bien cerca del corazón se retuerce, un torbellino de tripas y visceras pareciera conjugar un laberinto, y al centro un minotauro endemoniado desfila con sus atemorizantes dientes, no dejando al aire circular, asfixiando toda salida.

Mentruación bendita que me atosigas cada 26 dias,
espero que sea mañana de una vez por este mes.

miércoles, junio 8

Del Miercoles de Cenizas

No sé meditar,
pero puedo mirar las hormigas
caminando
por la cornisa.

Se frenan
se hablan,
se besan,
parece.

Su carretera en la tapia
me anima
a inhalar y exhalar.

Nada mas,
por hoy,
inhalar,
exhalar,
y ver las hormigas pasar.



domingo, mayo 29

LibrosVerSusPantallas

La biblioteca es como un televisor apagado.
No tiene control remoto,
tiene un poco de todo,
política, economia, fantasia, datos,
todo lo que alguna vez me ha interesado,
o me ha dado curiosidad
en la última década y media
está metido en cinco cubículos
en el living en formato de papeles
escritos con tapas contenedoras.

Mi biblioteca no pide electricidad,
puedo leer de día.

Pero al lado hay un pantalla plana
con internet fibertel, el que no se corta nunca.
Y al lado un televisor con cable.

Entonces los libros siguen nuevos,
esperando.me desde hace tiempo.

Tengo muchos libros sin leer.

Sigo leyendo,
me gusta que en los libros no haya publicidad.
Pero no me resisto al estado de fundirse en isat,
de reirme demasiado con algunos blogs, chats, posts

y entonces pienso,
que todas esas palabras están en otro idioma.

Como zapping.




y eso es hegemonia gramsciana, está en un libro por ahí...

lunes, abril 4

San Glases

Abro los ojos y el cielo se ve rosa, mientras preparo el desayuno se nubla, hermoso, un lunes bienllevado. Trabajo con el placer de percibir que en cualquier momento las gotas empaparán el aire de olor a tierra mojada. Pero no, de repente el sol de otoño desgarra el telón nuboso, vuelan los pájaros, es abril, el mes de las canciones. Sus rayos acarician las alas abrigadas, y vuelan los sacos y camperas. Veo uno a uno pasar los transeuntes respirando la luz, pateando algunas hojitas primerizas. La gran ciudad mediterránea se derrite con las caricias amarillas del astro, y yo me paro en medio de la calle, pongo la baliza y me cuestiono: ¿hasta cuando, dios mío, seguiré sin anteojos de sol?

miércoles, marzo 16

Des.apego

El amor no es una mercancía, mi amor.
No te lo entrego esperando a cambio
ni la misma forma, ni los mismos modos.
Ningún amor se reduce a un contrato,
excepto el nacido del capital.
No elijo dártelo como un trueque,
te lo regalo.
Y a cualquiera que lo quiera
aquí lo tiene:
un amor que no es un bien de cambio,
amor como agua de vertiente,
que brota incansable de la montaña,
y te baña, te nutre o te hidrata
sin pedirte que luego la devuelvas
a su oscura cueva en el fondo de la tierra.
Mi amor respira el mismo aire
que el universo,
se expande, gravita,
de vez en cuando suspira.
Mi amor mas de una vez me inspira,
y no es tu culpa, ni tu premio,
ni tu cielo, ni tu comida.
No es mi mundo, ni es el tuyo
ni tus dramas, ni mis miedos.
Mi amor no es divisa,
no es un cheque, ni un derecho.
No es empresa, no es rentable,
Tampoco es mi vida,
ni los latidos de mi corazón,
ni la sangre de mis venas.
Es libre, le puse inmensas alas púrpuras.
Mi amor es un ideal comunista.
Por todo esto,
de tu parte, nada espero,
porque mi amor, amor, no es dinero.

domingo, febrero 27

La Carne No Se Apura

Estoy convencida de que en cuestiones de comida y de sexo nada debe ser apresurado. También entiendo que ambos comienzan desde el mismo momento en que la idea de co-m/g-er cruza por la mente.

Cada paso hacia esa meta es perfectamente cuidado. Si elegimos carne, no me lo discuta, mas vale dos kilos de vacío en una ardiente parrilla plena de brasas leñosas, con música y brebajes, a una plancha con dos bifes tapados con la tapa de otra olla, cocinados en 10 minutos, con el ruido constante del aparato este que se lleva el humo. Incluso el momento de la carnicería es toda una metáfora. Enamorarse del trozo de carne que aparece de la heladera de madera, verlo sumergirse en la balanza. Imaginarlo, humeante y dorado. Pagarlo. Llevarlo, ya es tuyo.Limpiar la parrilla. Hacer el fuego. Servirse un trago. Saborear el humo y la sed. Mimar las brasas. Dulce momento el de salar, sentir en los dedos la fibrosa sensación húmeda y contundente de la carne cruda. Despacio, acercarse a la parrilla y dejar caer sutilmente el precioso objeto en las ardientes rejas que lo separarán de las brasas durante un par de horas. Vibra, se siente un sonido suave: Fshhhhhhhh…

Cuando el primer beso espera, se construye, se imagina. Cuando los olores permanecen sin ser totalmente averiguados, largas investigaciones. Si miles de palabras ya rondaron, pensamientos, ideas, carcajadas. Si la imaginación ya está en huelga de tanto soñar el momento. La humilde sensación de la espera. La enorme adrenalina de no saber cuándo o cómo. Respirar el mismo aire, escuchar la misma música, sentir el mismo mundo. Saber un poquito de sus gustos, que sepa un poco de los de una. Imaginar, sin fundamentos, sabiendo que no será así. Y el primer contacto, el primer beso, las manos, el cuerpo, develar olores, sensaciones: Fshhhhhhhh…

El resultado es seguramente una gran co-m/g–ida. Inolvidable. Memorable. Glotonería en su máxima expresión. Orgasmos múltiples.

viernes, enero 7

De Canciones y Cocinas

Dice que como sabina
se envenena con
cada beso que da.
Y sin antídotos, expira.
Fabrica bombones
que recuerdan
la ruta insólita
del salmón
para llegar a la pasión.
De los cantautores,
de por qué no podemos
darle al amor tan sólo
una chance más,
estando bajo presión;
de los dulces sueños
donde algunos
quieren usarte
y otros ser usados por
vos.
De la lluvia
fresca de verano,
fabricando almíbar
con la rústica
caña de mis años.
De cada vez
que sale el sol
y nunca está.
De de dedo,
de daniel
de decir lo no dicho
y hacer explícito
lo implícito.
De usar dedales
para no sangrar en
el pinchazo
de sus tallos con espinas.
Del soldado huidizo,
libertino, enamoradizo,
que entiende las señales
del comandante de campo,
y se protege
para las mas crudas
batallas del invierno.
Del aroma del tomillo
entre mis dedos,
de la velocidad
del viento entre
los cuerpos.
De las canciones
y las cocinas
con su explosión de
sublimes sensaciones
en las entrañas.