viernes, noviembre 16

Como una niñita

Convengamos que ha sido un año duro, tanto para mi cuerpo como para mi cabeza. He tratado desde julio a esta parte conectar con esta niña interna tan abandonada y desolada, que he sabido mantener en el cadalso durante casi toda mi vida, y hoy empiezo a cuidarla, y elevarla a algo mas parecido a un podio.
Me está yendo bien, mis sueños me auguran los buenos caminos. Mi bienestar también. Todo pareciera encontrar su rumbo, cierta solución en la unión entre esta adulta y aquella niña.

Ahora, digo:


¡¡Piojos a los 29 años!! ¿¿No será demasiado??

Yo me había quedado en "Nopucid nopucid es barbaro" pero ahora parece que la estrella es Assy, con su super peine que te los saca y los mutila al mismo tiempo, porque ojo, no los mata sino que les inutiliza las patas. A mi me apenó, así que me ocupé de darle muerte digna a cada uno que saqué. Incluida la trillonada que salieron de la cabeza de mi hijo, de todas las formas y tamaños, especialmente algunos extra large que me activaron la culpa maternal como cohete espacial. Esos no son de hace dos días...
Hicimos el tratamiento completo (cincuenta mangos el chiste...), aún así estos bichos que vienen fortaleciendose desde hace cuantos años se resisten a todo. Los vieras campantes después de la crema de enjuague y el shampoo, ellos estaban asi medios pavos, pero en mi época después del tratamiento quedaban como si se hubieran tomado 5 rivotril, ahora se los veia como con tres secas de porro nomas.
Otro dato conmovedor fue el aspecto leonino que tenía después de pasarme ese peinecito torturador. Ahora con pelito planchado empiezo a decidir si sigo torturando a este pobre niño, o pongo la mejor cara de boluda y le digo al peluquero "buen día, ¿le pasa la 2? tiene algunos piojitos..."

domingo, noviembre 11

Ironía del Olvido

Lo mas terrible de proponerse olvidar a alguien o algo es que cuando uno lo logra no tiene como darse cuenta que lo ha logrado. Porque si es que uno pasa dos horas sin pensar en esa cosa olvidable la única forma de darse cuenta que logró el cometido es pensar que no pensó en ella/o, lo cual lleva a pensar nuevamente en eso.

Lo cual me lleva a pensar que no hay que proponerse olvidar, sino sencillamente hacer otra cosa, hasta que eventualmente uno se olvide. En cuyo caso la cuestión ya no es timbera, por lo tanto, tampoco divertida. Y lo que es mas pesado aún, no es ningún logro, porque al fin y al cabo uno no debería pasarse el día pensando en una sola cosa, sino en varias, cosa que eventualmente uno siquiera deba proponerse dejar de pensar en algo.