"Tenemos dos oidos
y una boca
para escuchar dos veces
lo que decimos"
La abuela de Lukas
El cerebro comanda la palabra,
el corazón la intuición,
sin embargo el espejo me muestra
la insalvable pobreza
de dejarse llevar por la mente,
por el ego egocéntrico.
En cambio, en el silencio
el gran inciador de todos los tiempos
se escucha el tambor.
Se siente el tom-tom de adentro.
Aceptar que eso molesto es mío,
entonces, amar a ese serque se entrega sin saber
que está abriendo una puerta
al camino silencioso del laberinto interno.
Vincularse con un otro,
es referirse a la propia identidad.
Vincularse en diversidad
es aceptar los todos que nos habitan,
como rascacielos repletos
de humanidades polares.
Vincularse con un igual,
nos pone en el desafío de
ver la paja en el propio ojo:
para hacer conciencia,
y evolucionar.
Exponerse es, por eso, estirar el cuello
como en los retrovisores,
para animarse a ver,
a sentir
y a estar
mas en paz con uno mismo.
Exponerse a los espejos,
y tener la valentía de verse
en el reflejo.