y se sienta expuesto-
Igual se nutre,
le hace pan
y le tira ondulantes hojas crugientes con semillas.
A veces cuando hace frío se encoge,
y cuando hay sol se demora desperezándose.
Hoy tiembla con mucha menos desesperanza
que aquel invierno,
cuando no supo si era árbol, arbusto
o yuyito nomás.
2 comentarios:
siempre tan eternas las raíces, demostrando lo fútil de nuestras vidas humanas... me encantan las raíces, jamás hay que olvidarse de ellas por de allí nos nutrimos para ser quienes somos..
besos de verano (aquí y ahora)
que hermoso =S
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